jueves, 19 de diciembre de 2013

Sobre el derecho a decidir de Cataluña.

   Lo primero: no quiero que Cataluña se independice de el resto de España. De verdad. Si puedo hacer algo por impedirlo, lo haré.
   No obstante:
Hay algo que está por encima de todo. Y se trata de los derechos humanos. Algo básico y fundamental en nuestra civilización.
     De esos derechos humanos se desprende claramente que si una región no quiere estar dentro de un estado, nadie puede obligarla a estar.
     Luego, hay mil cuestiones que pueden plantearse. Pero si la Constitución bloquea totalmente ese posibilidad, es la Constitución lo que está mal y es preciso modificar. Sobre esto no hay ningún género de duda.
     Por supuesto, toda acción tiene consecuencias. Si a consecuencia de ello Cataluña sale de Europa, eso es algo que deberán asumir los catalanes. Seguramente, eso será negativo para ellos mismos y para el resto de España. Pero eso son cuestiones que viene después.
     Lógicamente, el proceso independentista deberá ser razonablemente difícil. No sea que un día el Real Madrid meta una gran goleada al Barça y, sólo por eso, Cataluña quierae independizarse. Sobre todo, el gran requisito sería el de establecer una mayoría cualificada.
     Pero ese cierre total que plantea el Partido Popular no es admisible. Y tampoco eso de que la unidad de España concierne a "todos" los españoles. Si Cataluña ha de ser o no independiente, concierne sólo a los que viven allí.