La vida está determinada por dos
principios antagónicos: el del juego de la pirámide y el del cuello de la
botella; el del crecimiento ilimitado y el de la limitación de los recursos.
Por lo tanto, no puede menos de ser conflictiva.
El amor debilita y el odio
fortalece. Por eso los amores son efímeros y los odios duraderos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario